Los hematíes, también conocidos como glóbulos rojos o eritrocitos, son un tipo de célula que se encuentra presente en la sangre, que tienen como objetivo el dedicar la totalidad de su trabajo al transporte de gases de la respiración.
Función de los hematíes: Su trabajo en el organismo
En los hematíes se puede encontrar la hemoglobina, un tipo de proteína que se une con facilidad y de modo reversible con el oxígeno. La mayor parte del oxígeno en el cuerpo lo transporta esta proteína.
En cuanto se refiere a un valor normal de la hemoglobina en la sangre, es entre los 4 y 20 gramos por cada 100 mililitros de sangre en un infante, mientras que para los varones adultos es de 13 y 18 g/100mL, y las hembras adultas de un 12 y 16 g/100mL.
Debido a que el hierro en la hemoglobina puede ser combinado reversiblemente con un átomo de oxígeno, cada molécula de la hemoglobina está en condiciones de transportar cuatro átomos de oxígeno. Si se piensa entonces que en los hematíes hay 250 millones de moléculas de hemoglobina, se calcula en poco tiempo que estas células diminutas acarrean con una cantidad impresionante de miles de millones de átomos de oxígeno.
Se recuerda que la carga de oxígeno se produce en un inicio desde los pulmones, mientras que la dirección se da hacia los tejidos. Si la sangre es deficiente en oxígeno, va a alcanzar los pulmones y se difundirá en los alveolos pulmonares hacia la sangre, permitiendo que los hematíes se puedan ligar con la hemoglobina.
En ese orden de ideas, la función de los hematíes radica en proporcionarle al sistema que representa el cuerpo humano, el transporte del oxígeno a cada una de las zonas del cuerpo que así lo requiera, por medio de la intervención de la hemoglobina.