Los hematíes, mejor conocidos como eritrocitos o glóbulos rojos, son el tipo de célula más común en el torrente sanguíneo. Ellos se encargan de llevar el oxígeno a todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo, y también comprenden una importante proteína compleja llamada hemoglobina, que se encuentra presente en el hierro y puede adherirse al oxígeno, además de darle su característico color rojo a dichas células.
Existe una condición médica en la que los hematies pasan a estar presentes en las heces y en la orina, la cual se denomina hematuria. Aunque no suele ser señal de problemas mortales y puede tratarse a través de medicamentos, en algunos casos puede indicar la presencia de una patología delicada, que debe ser tratada por un especialista.
¿Qué significan los hematíes en heces y orina?
La presencia de sangre en la orina y heces suele ser una advertencia de una condición más grave, únicamente si cambia de color; y es que un paciente promedio con un tracto urinario sano acostumbra excretar cerca de un millón de hematíes por día a través de la orina y las heces.
Sin embargo, un exceso de estas células en las heces y en la orina puede surgir al menos una vez durante la vida del paciente, resultando más común en las mujeres y en los hombres entre 38 y 49 años. Asimismo, los pacientes que sufren agrandamiento de la próstata o cáncer también suelen presentar niveles elevados de hematíes en las heces y en la orina.
Tratamiento de la hematuria
Por lo general, el tratamiento de la hematuria se determina según la causa del sangrado.
Un cambio en el color de las heces no es una señal definitiva de que el paciente sufra una patología altamente mortal. Si los hematíes en las heces y la orina se acompañen de fiebre elevada y dolor en el costado, puede que se trate de una infección renal. En ese caso, se recomiendan una dieta balanceada y la ingesta de muchos líquidos, aunque lo indispensable es acudir al médico en cuanto se note la presencia de sangre en las deposiciones.